La Gimnasia Bothmer manifiesta la relación del ser humano con el espacio y sus fuerzas a través del movimiento.
Fue desarrollado por el Conde Bothmer hace casi 100 años para acompañar a los alumnos en su desarrollo y ayudarles a caminar erguidos en la vida; puede ser practicada por personas de cualquier edad que no tengan lesiones graves.
El espacio está vivo, tiene dimensiones y cada una aporta fuerzas curativas propias. Los ejercicios se desarrollan en estos planos y dimensiones y, al practicar, se pueden sentir estas fuerzas en el cuerpo y en el ánimo.
Estos planos establecen un equilibrio vital psicológico de forma y función, gravedad y levedad, centro y periferia, espacio y contraespacio, geometría viva.
Nuestras manos tratan de tocar el infinito y nuestro cuerpo se revitaliza, se vuelve más ligero, seguro y alegre. El estado de salud, la postura corporal y vital, la confianza, el equilibrio, la facilidad de movimiento son algunos de los posibles efectos de esta gimnasia.
A través de los ejercicios Bothmer tratamos de acceder a las fuerzas curativas y fortalecedora del espacio, y ponerlas a nuestra disposición. Nos volvemos conscientes de la fuerza de sustentación del sistema óseo y de la tierra, de modo que en el espacio en que vivimos podemos encontrar firmeza y seguridad, y encontrar así bienestar y nuevo ánimo en nuestra vida.
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